Un último deseo
Bueno, Jorge , m e pediste que te bailara una jota en tu funeral y lo he cumplido. Y si te soy sincera , no me ha salido tan mal, después de tantos años sin tocar las castañuelas. Pero e ste deseo tuyo no hubiera sido posible sin la ayuda inestimable del GFAA y parte de la familia. ¡ Cuánta generosidad! Soplan aires enrevesados , me siento triste y melancólica por tu ausencia, pero , al mismo tiempo estoy muy agradecida por haberte conocido y porque hayas sido mi compañero de danzas tanto tiempo . Y es que la vida es como un baile . Unas veces giras a la derecha, otras , hacia la izquierda. Hay momentos en los que subes el ritmo y otros en los que lo bajas. Y así van pasando los años. Nuestro baile ha sido intenso. En est as casi tres décadas , hemos vivido todo lo que nos hemos atrevido, no sin miedos ni temores, pero siempre con fuerza y determ...