VIVIR LA NATURALEZA: INSPIRACIÓN QUE FLORECE CADA DÍA

“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.” —Jean-Jacques Rousseau Vivir en contacto con la naturaleza es una sensación tan plena que una se acostumbra con una facilidad sorprendente. El día a día entre árboles, flores, aves y silencio no solo calma el cuerpo, también afina el alma. Observar lo que ocurre alrededor —el lento brotar de una hoja, el canto matutino de un mirlo, la niebla sobre el campo— abre puertas interiores. De esas puertas nacen ideas, se moldea la creatividad y, casi sin buscarlo, surgen nuevos proyectos. A veces, incluso, aparece una filosofía de vida. La naturaleza como arte y sabiduría Hay algo profundamente artístico en ella. Más aún: profundamente sanador. Alimenta el alma de un modo que ni la catedral más majestuosa ni el museo más vasto podrían igualar. Es belleza viva, cambiante, humilde y sabia. Muchos han sentido esta llamada. Autores como Juan Ramón Jiménez, Lorca o Bécquer hallaron en ella una musa generosa. Hoy, e...