ANTES, HOY, SIEMPRE

Antes, la presencia el disfrute de los placeres de la vida, los nuevos sabores y texturas, el compartir la sabiduría y alegría. Hoy, la ausencia de caricias, besos de sonrisas y abrazos. Una silla vacía que no habla, no bromea, Una mente hueca que no piensa ni planea. Siempre, la figura por su paso terrenal con ritmo singular afortunado en el amor y en lo social, Naturaleza que no perece, energía que fluye y nos embellece.