Juntos hasta la última cima
¿Tienes algo
que hacer en los próximos sesenta años?
Esta pregunta
me la hiciste un día de septiembre de 1996. Veintiocho años han pasado desde
entonces, y muchas han sido las emocionantes aventuras que hemos vivido juntos.
Hemos criado a
dos hijas y un hijo maravillosos. Han crecido en un hogar lleno de afecto, en
contacto con la naturaleza, el deporte, la cultura y la música. Todos estos
elementos les han dotado de una gran sensibilidad y fortaleza de espíritu,
pero, sobre todo, de una bondad infinita. Son, los tres, unas bellas personas
con un buen corazón. No lo hemos hecho del todo mal,¿verdad?.
Hemos
ascendido juntos a muchas cimas de nuestro querido Pirineo, algunas de los
Alpes y a la más alta de la cordillera del Atlas, en África. El montañismo ha
sido la actividad que nos ha unido como pareja, ha alimentado nuestro amor
familiar con altas dosis de fuerza, valor y determinación ante la adversidad.
Muchas han sido las metáforas que hemos utilizado para comparar nuestra
relación y vida familiar con la montaña. Nos conocimos en este medio y siempre
ha sido nuestro aliado.
Esta afición
te llevó a lanzarte también al continente americano y al asiático, llegando a
cumplir ese sueño que tenías de adolescente, cuando asististe a la charla en
Zaragoza del alpinista mundialmente conocido Peter Haveler. Caminar por el
Himalaya y encontrarte rodeado de esas cumbres de más de ocho mil metros de
altitud es algo que siempre has descrito como «más que impresionante». Llegaste
hasta el campamento 2 del Everest a siete mil metros, pero, en este caso,
llegar a la cima no era el objetivo. Entonces lo prioritario era cuidar, como
médico, de tus compañeros de expedición de la Guardia Civil. Y mira si lo
hiciste bien que la experiencia fue todo un éxito.
Porque tu
vocación de ayudar a los demás, de cuidar y aliviar el dolor de otras personas
te ha acompañado toda tu vida, tanto en el ámbito profesional como en el día a
día. Has sido un médico muy bien valorado en los hospitales y centros de salud
donde has trabajado. Pionero también en tu profesión, fuiste uno de los primeros
médicos que tuvo el nuevo hospital de Jaca, cuando abrió sus puertas en 1989. También
cuando se inició el rescate medicalizado en montaña en Aragón, allí estabas, en
la línea de salida, para que nadie te lo contara. Eterno colaborador de Cruz
Roja, desde formador en sus cursos de primeros auxilios hasta presidente en tu
última etapa en Jaca. Siempre guiado por tu vocación de servicio, no faltaste a
los evententos deportivos de la comarca con la ambulancia medicalizada.
Precisamente
esta vocación te lanzó a emprender una nueva aventura, desde nuestra querida y
amada tierra jacetana hasta el otro extremo de Europa, para fijar nuestra
residencia en la región sueca de Småland. La falta de médicos en estas
latitudes te permitió seguir creciendo como profesional, al mismo tiempo que
les brindabas una oportunidad a nuestros hijos de abrir sus mentes, conocer
otra cultura y otra manera de pensar, actuar y estar en el mundo.
Y aquí estamos
hoy, cuando cumples sesenta y tres años, casi tres décadas después de que me
hicieras esa pregunta. Como digo, muchas trepidantes aventuras nos han
acompañado todo este tiempo, pero sin duda la más difícil y la más dura la
estamos viviendo ahora. La enfermedad del cáncer te está consumiendo. La
debilidad e inmunosupresión derivadas de esta enfermedad han hecho que te
adentres en una etapa muy complicada y dolorosa. Estás tan cansado que lo único
que quieres es dejar de sufrir, estar tranquilo y en paz. Una vez más, como
siempre he hecho, camino a tu lado. Lo seguimos haciendo juntos, con fuerza,
valor y determinación ante la adversidad. Te ofrezco lo único que tengo, todo
mi amor. No estás solo y con esta simple mochila seguiremos avanzado hasta la
última cima. Tqm.
sentimientos de altura
ResponderEliminarSí, gracias. Sentimientos y emociones reales como la vida misma. Muak
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